ENTREVISTA.-
Correo: Usted es un taxista con una discapacidad…
Juan Flores Mendoza: Yo padezco de diabetes desde hace 24 años, y hace 26 meses me intervinieron y amputaron la pierna derecha. Luego de 20 días de la operación volví a trabajar y acondicioné el vehículo para continuar laborando. En mi familia, cuatro de mis siete hermanos padecen también de esta enfermedad, ya que la heredamos de mi abuela.
Correo: ¿Qué lo motivo para continuar?
JFM: Estaba en mi casa viendo la televisión y observé cómo un taxista que había perdido las dos piernas, porque un tráiler se las cortó, continuaba trabajando porque quería mantener a sus cuatro hijos, y si él pudo continuar sin tener las dos piernas, a mí con una me bastaba para seguir manejando. Además, desde los seis años mi abuela me enseñó a valerme por mí mismo, y al saber que tenía la enfermedad estaba preparado para esto.
Correo: ¿Siempre trabajó como taxista?
JFM: Como taxista laboro hace 28 años, pero también trabajo como ebanista y tengo un pequeño taller. Este oficio lo aprendí a los 13 años, cuando ingresé a trabajar en un taller. Luego trabajé como cocinero en varios restaurantes, ya que mi abuela me enseñó a cocinar, y con ello reunía dinero para vivir y comprar un vehículo para ser taxista. Con este oficio eduqué a mis tres hijos, que ahora son profesionales.
Correo: ¿Qué le diría a las personas con alguna discapacidad?
JFM: Que luchen y continúen trabajando, ya que tienen aprender que la mente domina al cuerpo y las enfermedades no pueden dejarnos postrados. Eso lo aprendí desde pequeño, por ello continúo, porque no es un impedimento para trabajar el que no tenga una pierna.
Correo: ¿Usted pediría algo?
JFM: Lo único que pediría al gobierno municipal actual es que me brinde las facilidades para renovar la licencia de mi vehículo, ya que por la antigüedad que tiene lo quieren sacar de circulación, siendo esta mi herramienta de trabajo para vivir.
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